Un ensayo que hizo comedia mexicana: Krauze, Fuentes, Paz

A lo dicho desde hace tanto tiempo: de Excélsior a Proceso, de Plural a Vuelta, las respuestas al golpe del presidente Luis Echeverría en 1976. (Imágenes tomadas de pinterest.com.mx y dememoria.mx).

 

Válgame pues. Llego a la décima entrega y solo resta una más. Espulguemos como bien se esculca. Tocan las páginas 438 a 526 de Estrella de dos puntas. Octavio Paz y Carlos Fuentes: crónica de una amistad (Ariel 2020), de Malva Flores.

Circulan los primeros ejemplares de la revista por tanto tiempo añorada, que se llamó Plural. Estamos entre 1972 y 1973. En variados momentos del historial de los protagonistas de estas entregas hay referencias al pago de colaboraciones en las revistas.

Es así como James R. Fortson le pide un artículo a Fuentes para la revista Él, a lo cual se niega por considerar”muy poco” el pago, al decir de Malva. Eran 5 mil pesos ¡de esos tiempos! En uno de los libros del afamado entrevistador se lee:

“FUENTES: Mmm, la revista Plural paga más que tú.

FORTSON: Eso, lo ignoro –y además, lo dudo-; pero sí sé que Plural circula algo así como la décima parte de lo que circula Él.

FUENTES: Pero yo pienso en la calidad y no en la cantidad. Ja, ja, ja”.

“No era tan cierto lo que Fuentes decía”, revira Malva. Plural, a través de Excélsior le había girado al Bank of America 200 dólares por una colaboración.

Viene entonces una pausa de casi dos años en la correspondencia de las puntas de la estrella, “durante los cuales ocurrieron mucha cosas decisivas en la vida de ambos”, añade Flores.

 

Pólvora con polvos y lodos de la historia del sector cultural. El ensayo que quebró la amistad de las puntas de la estrella. (Imagen tomada de enriquekrauze.com.mx).

 

Carlos Fuentes parte a Francia como Embajador en marzo de 1975. En un reporte de la cancillería se puede leer que el 3 de abril se entrevistó con el “Consejero Cultural entrante, el licenciado Sergio Pitol, y el agregado cultural saliente, licenciado Guillermo Landa, a fin de coordinar las actividades culturales de la embajada”.

En este devenir, el diplomático, me dio gusto que Malva se ocupara de algunas situaciones ordinarias del servicio exterior, como las dificultades financieras de Fuentes como embajador ¡no hay dinero!

Al seguir la cauda de situaciones por año, debo señalar que no encontré la referencia a un asunto que se ha dicho fue nodal. Tiene que ver con la iniciativa de Gabriel Zaid de favorecer un Fondo de las Artes, lo cual se propone en una de las entregas de Plural de 1975. Se le considera, como ya señalamos en otro momento, un antecedente de lo que será el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes en 1989 y el cual apadrinará Paz al lado del presidente Salinas.

Siga la rueda de lo finito. Llega la secuencia del “golpe a Excélsior” en julio de 1976, que ocasiona la salida de Julio Scherer y sus colaboradores, así como de Paz con su equipo. El mismo año vendría “el nacimiento de las respuestas”, llamadas Proceso y Vuelta. Un año depués, en noviembre, sale a circulación el periódico unomásuno y a su interior, el suplemento Sábado, bajo la dirección de Fernando Benítez. Luego, en enero de 1978, surge la revista Nexos.

Paz le cuenta al amigo español, el poeta Pere Gimferrer el 13 de julio de ese 76: “(…) Como hay una gran indignación en muchos sectores, no nos será muy difícil encontrar algún dinero (…) Nuestra idea básica es no depender de una sola fuente sino buscar una pluralidad de patrocinios y ayudas”.

El 3 de octubre del mismo año le escribió a Alejandro Rossi, desde Massachusetts diciéndole que Gabriel Zaid le informaba de una recaudación de 60 mil pesos en anuncios. “Me pregunto si el resultado final de la cifra no será un poco más debajo de lo que nosotros habíamos calculado. Por mi parte: Marie Jo ha vendido algunos billetes y venderemos más –la acogida ha sido muy abierta y generosa: Monegal ha quedado de enviarme esta semana la lista de las personas que en cada Universidad podrían hacer una campaña de suscripciones de ayuda: 20 dólares (este debe ser nuestro segundo objetivo: conseguir unas quinientas o mil suscripciones de ayuda); en fin, aún no inicio las conversaciones para obtener la subvención de que hablamos porque estoy en espera de que llegue mi amigo Walter Kaiser…”.

“¿No participaría Fuentes en esa aventura?” se pregunta Malva.

Se va al fin de Palacio Nacional Luis Echeverría y aterriza en la presidencia José López Portillo.

El novelista renuncia a la Embajada de México en Francia el 6 de abril de 1977. La razón: su desacuerdo político con el nombramiento de Gustavo Díaz Ordaz como embajador de México en España. En la revista Proceso se daría otra versión: la causa, sus diferencias con el canciller Santiago Roel.

 

El periodista James R. Fortson y el escritor Carlos Fuentes, en junio de 1973 en París. (Imagen tomada de revistareplicante.com).

 

Así las cosas, entre 1976 y 1978 el mapa del sector cultural se afianzaría con una serie de posiciones de poder político, así como de disputa por poderes económicos, fundamentados en el campo editorial, como nunca antes en la historia. Fuentes y Paz habrán de ser líderes en la navegación de esas aguas de la cultura nacional.

Conforme se acerca Malva al final de su obra, los años corren con mucha velocidad; al tejerlos borda sus posiciones, engrandece unos episodios, otros los olvida o ignora. Ella entra en la plenitud de la pasión paciana y krauzera.

Sin duda, la complejidad en esos años del armado de las relaciones entre economía y cultura, hace difícil el análisis de los movimientos de la brújula de los señores Fuentes y Paz, inmersos en esa dinámica con la mayor intensidad, no solo por los años acumulados, también por la sofisticación que alcanza ya el sector cultural.

Entonces, a través de las páginas que esculcamos en esta ocasión, se agolpan épocas más presentes. Son los años 80 que vieron nacer el diario La Jornada y su suplemento cultural, así como la entrada del neoliberalismo con Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari.

Es la década que sería marcada por la publicación en Vuelta del ensayo de Enrique Krauze “La comedia mexicana de Carlos Fuentes” en junio de 1988. Malva señala que la última publicación del narrador en la revista fue en noviembre de 1986.

Dicho ensayo, que apareció en el número 139 “provocó uno de los más amplios linchamientos en el mundo cultural mexicano del siglo pasado (…) El análisis de Krauze recibió una andanada de denuestos y críticas en la prensa y fue la causa, para todos, de la ruptura entre dos viejos amigos: Paz y Fuentes”, cuenta Malva. Muchas páginas de Estrella de dos puntas, están dedicadas al acontecimiento.

También es cierto que para esa fechas don Octavio Paz entraba de lleno a los entusiasmos salinistas con su visión modernizadora del modelo económico. En diciembre sería creado el Conaculta y en marzo de 1989 el Fonca, hechos de enorme relevancia que extrañamos a detalle en Estrella de dos puntas.

 

El autor y el estudioso, la amistad. (Imagen tomada de anagrama-ed.es).

 


 

Relación de artículos sobre Estrella de dos puntas.

 

Espulgar un libro: Paz y Fuentes en el sector cultural, 2 de agosto.

 

Las becas de Fuentes y Paz, 5 de agosto.

 

Toma y tunda, Paz y Fuentes: “Atácalo, Helencitos”, 16 de agosto.

 

Andares de Paz y Fuentes; diplomacia, creación, grilla, 27 de agosto.

 

Y seguimos: Paz-Fuentes, emprendedores, no empresarios, 22 de septiembre.

 

Los poderes de Fuentes y Paz: literarios, políticos ¿económicos?, 7 de octubre.

 

Los dineros de Albina du Boisrouvray entre Paz y Fuentes, 20 de octubre.

 

Malva Flores se teje entre Paz y Fuentes, 27 de octubre.

 

“La sombra bienhechora” del Estado cultural entre los grupos de Paz y Fuentes, 3 de noviembre.

 

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