Dos años después. Quizá más tiempo, por aquello del periodo de transición.
Al canciller Marcelo Ebrard le niegan los cambios que pide o sencillamente se hicieron bolas con sus aspiraciones de pasar de 40 a 49 unidades en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), de las cuales 9 serían de nueva creación y 8 a las que se les modifica su denominación y/o línea de mando.
Por eso no le ha quedado más remedio que operar de acuerdo a sus necesidades, sin autorización de lo que justifica procedente por las decisiones presidenciales e indispensable para responder a ellas.
No es solo la pantalla de la Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural, como ampliamente lo documentamos en este paredón el pasado 23 de septiembre de 2020.
También las direcciones de Diplomacia Pública, de Diplomacia Turística y de Impulso Económico Global, cuyos titulares van del sol a la sombra. Así como otros ajustes en la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), que recientemente perdió su fideicomiso.
A través de dos solicitudes de transparencia cuyas respuestas se fechan los días 7 y 8 de octubre de 2020, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reconoce que del 1 de diciembre de 2018 al 30 de septiembre de 2020, a la SRE no se le ha autorizado ninguna nueva estructura orgánica, ni plazas para trabajadores.
Todo sigue en trámite. También ante la Secretaría de la Función Pública que señala, por transparencia, que no reconoce nada nuevo a la cancillería.
Y mientras en la torre de exteriores se evade la información relativa al nuevo reglamento interno, así como del procedimiento para fundamentar la Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural, la SHCP entregó diversos oficios en los que se puede rastrear lo que se pretende.
El primer oficio (315-A-2985) data del 30 de septiembre de 2019, remitido a Roberto Blum, director general Jurídico de Egresos, por Omar Tovar Ornelas, director general de Programación y Presupuesto “A”. Se refiere a un oficio anterior, del 9 de septiembre de 2019, en el que se pone a consideración el anteproyecto de reglamento interior de la cancillería y la evaluación de impacto presupuestario.
Tovar Ornelas pide que se soliciten mayores elementos a la SRE para poder evaluar cuantitativamente lo que quieren hacer.
Luego tenemos el oficio 315-A-3897 del 4 de diciembre de 2019, donde el director general de Programación y Presupuesto “A”, entrega al director general Jurídico de Egresos, una serie de observaciones una vez conocido lo que desea modificar relaciones exteriores.
Tovar Ornelas señala la intención de adaptar la estructura orgánica, la de modificar de funciones y atribuciones de algunas Unidades Responsables, así como la creación de nuevas Unidades Responsables “que modifican e incrementan las funciones de esa dependencia”. Implica por ello “impacto presupuestario no cuantificable” ya que “pudiera requerir recursos humanos, materiales y financieros adicionales”, y por ello pide se solicite a la dependencia mayores elementos.
El tercer oficio de la SHCP es del 6 de mayo de 2020 (315-A-1214) del multicitado Tovar dirigido a Blum. Acusa recibo de copias de los oficios ASJ-13371/2020, del 17 de abril de 2020, remitido por la Dirección General de Asuntos Jurídicos y del POP-DGAPP/078/2020 de la Dirección General de Programación, Organización y Presupuesto, ambas instancias de la SRE, que contienen el anteproyecto de reglamento interior y de impacto presupuestario.
En seis páginas se indica como procedente lo que se propone, si bien no se adjuntan los documentos íntegros. En resumidas cuentas se avala que:
-Son motivaciones las nuevas responsabilidades adquiridas por la desaparición del Consejo de Promoción Turística, de ProMéxico y en virtud de otras “atribuciones” en materia de promoción cultural.
-Que el costo del ajuste será financiado con lo autorizado al Ramo 05 en el año fiscal 2020.
-Implica pasar de 40 a 49 Unidades, 9 de nueva creación y 8 que modifican denominación y/o línea de mando.
-Se señala que la Secretaría de Economía, según acuerdo firmado entre ambas dependencias el 24 de octubre de 2019, se compromete a transferir tres plazas de ProMéxico, por 2.2 millones de pesos.
-Se busca transitar de las estructuras de Delegaciones de la SRE a Oficinas de Pasaportes con una Dirección General de Pasaportes, así como mantener Oficinas de Representación en las entidades federativas.
En el mismo acervo informativo facilitado por la Secretaría de Hacienda, a la solicitud expresada sobre autorizaciones de nuevas estructuras y plazas laborales, se suman las respuestas de Ángel Tenorio Dávalos, director de Control Presupuestario de Servicios Personales, de Claudia Villafán Barrera, directora de Apoyo Técnico de la Unidad de Política y Control Presupuestario y de Melissa Ibarra Ramírez, de la Dirección General Adjunta de Programación y Presupuesto de Servicios.
Desde esas instancias se reconoce que no hay nada autorizado o en trámite. No deja de llamar la atención que la directora Ibarra escriba que “Por lo anteriormente expuesto, se sugiere orientar al solicitante para que éste plantee su solicitud ante la SRE, con la finalidad de que sea dicha instancia la encargada de brindar la totalidad de la información requerida en términos de solicitudes planteadas, fechas, procesos de autorización y/o rechazo de las mismas”.
Trama de tramas
Hasta aquí un cuento más a cuenta de la inexistente Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural, detonador de la variada información ofrecida (y la que falta).
Además de las inconsistencias que se pueden vislumbrar de un proceso que aparece justificado por parte de la cancillería, se sugieren distintas anomalías y numerosas dudas en su fortificado territorio.
Entre ellas lo ya señalado: que se ponga en operación diversas instancias que no cuentan con autorización.
Que habrá razones de peso para demorarle por lo pronto dos años al secretario Ebrard lo que pide, tanto en la SHCP, como en Función Pública, como en la Consejería Jurídica de Presidencia.
Si bien las solicitudes de información que se han realizado a la SRE no hacen mención al anteproyecto de reglamento interior, como a su impacto presupuestario, es evidente que al implicarse en la existencia de la Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural, se pudo haber facilitado dicha información en lugar de ser negada, como podremos ver en la siguiente entrega de este paredón.
Al comprender los ajustes a cuenta de los desaparecidos Consejo de Promoción Turística y de ProMéxico, no se advierte cómo justificar aquello de las atribuciones en materia de promoción cultural, por demás explícitas en la Dirección General de Cooperación Educativa y Cultural de la AMEXCID (o lo que queda de ella, que ganas no les falta de desaparecerla).
Tampoco resulta convincente que se acuerde pasar plazas de un organismo que se liquida (ProMéxico) a otra dependencia, en el marco del discurso (y las medidas) adoptado por el presidente López Obrador.
Al final (de esta parte) que los asuntos marchen como bien se pueda, ya vendrán las autorizaciones.
¡Vaya laberinto burocrático en el que vive la cuatroté! Igual o mejor que con sus antepasados neoliberales.
Y si eso le ocurre a Marcelo Ebrard, el primer espada del mandatario, imaginen al resto de los funcionarios…
Mañana seguimos.