Como recuerdan nuestros lectores, en noviembre pasado la Coordinación General de Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana, en colaboración con el Grecu, organizó el ciclo Tallereando el 2020. Con sede en la Casa Rafael Galván, el objetivo que lo animó fue el de propiciar que los asistentes adquirieran insumos para escribir sus expectativas tanto del país como del sector cultural en el año, todavía entonces por llegar. Para esta tarea orientadora, se invitó a la actriz Dolores Heredia y a la escritora Mónica Lavín, al igual que a los periodistas Julio Aguilar, Leonardo Curzio, José Luis Martínez y Víctor Manuel Torres.
Se lanzó una convocatoria para seleccionar a los asistentes, en número no mayor a 20, por los fines pedagógicos del modelo. Solicitaron ingreso 35 personas, se matricularon 17 y concluyeron satisfactoriamente 10. De ellos, la comunicadora Clara Grande Paz, el historiador Raúl Nivón-Ramírez y el arqueólogo Omar Espinosa Severino entregaron los textos que ahora compartimos con ustedes.
Por otra parte, al tomar la iniciativa de Leonardo Curzio, decidimos promover en este portal Paso libre el modelo de encuesta que aplicó a sus alumnos. Votar entre un año 2020 exitoso, inercial o catastrófico, pero dividido en dos categorías: una votación para el país en general y otra para el sector cultural en particular. Durante diciembre participaron 142 lectores. Las “urnas virtuales” corrieron entre Google, Twitter y Facebook.
Para efectos prácticos, desde la perspectiva de país, la tendencia que dominó fue la de un año inercial en un promedio del 50 por ciento, entendiendo por esta categoría la evolución satisfactoria sin grandes añadidos a las directrices generales y a los proyectos anunciados en 2019. En otras palabras, se trata de esperar los resultados que bien se puedan obtener. En segundo lugar, los votantes esperan una nación exitosa, que le vaya muy bien en todo sentido, en un promedio del 29 por ciento. El resto, 21 por ciento, cree que será un año catastrófico, es decir, empeorará la situación o será todavía más difícil con respecto a 2019.
En cuanto a la perspectiva para el sector cultural, también prevaleció la tendencia mayoritaria a esperar un año inercial, con un 58 por ciento, seguida de la catastrófica con 40 por ciento y la exitosa con 12 por ciento.
La cercanía del vaticinio
Para quienes seguimos encuestas y sondeos, sin mayores herramientas que el análisis y el sentido común tanto para la interpretación como para una comparación con fines ilustrativos, podemos observar que en la perspectiva de país, los resultados de nuestra encuesta se alinean con la visión optimista (combinación de las tendencias inercial/exitosa).
Para el caso del escenario 2020 del sector cultural, si bien no hay registro de encuestas o sondeos sectoriales elaborados por las empresas del campo, son útiles los reportes de opinión de líderes sociales levantados por algunos diarios en el mes de diciembre. En esa línea se advierte un vaivén entre el optimismo y el pesimismo (combinación de las tendencias inercial/catastrófica). Las posibilidades de éxito son bajas: no en vano 2019 fue un año con un amplio registro de conflictos en el sector.
Al ser cuestionada sobre sus expectativas, nuestra colega Silvia Isabel Gámez nos dijo que “Paco Ignacio Taibo II se afianzará en 2020 como el principal funcionario cultural de la 4T, el más activo, mediático, polémico, ante las omisiones y la grisura de la secretaria Alejandra Frausto, quien rehúye manifestarse incluso cuando los temas le atañen, como el caso de Educal. Debe clarificarse el proyecto del Complejo Cultural Bosque de Chapultepec, por la enorme cantidad de recursos que implica, y habrá que ver si en la Ciudad de México el secretario José Alfonso Suárez del Real cumple —ahora sí— con hechos sus palabras”.
Por su parte, nuestro colega Antonio Mier Hughes afirmó que “esperamos la publicación del Programa Sectorial de Cultura, del Proyecto Ejecutivo de Chapultepec y del nuevo Reglamento Interno de la Secretaría de Cultura federal, junto con el posterior reparto de recursos de las subsecretarías a las direcciones generales, aunque van a seguir haciendo lo mismo. La revisión de los mecanismos de pago a los grupos que contrata la dependencia para eventos culturales será una tarea prioritaria”.
Por mi parte, no lejos de los resultados de la encuesta y del sentir de mis compañeros, pronostico que este año será para sector cultural (visto como conjunto) inercial, con tendencia cotidiana hacia lo catastrófico. Esta figuración compete al ámbito de lo gubernamental (en sus tres niveles), a las organizaciones no gubernamentales y a las instituciones de educación superior tanto públicas como privadas, que son grandes núcleos donde se asienta la vida cultural del país. El éxito seguirá en el mercado cultural, pues a pesar del estancamiento de la economía, dará pulso al dinamismo del sector.
Corre calendario.