Coronacrónicas antivirulianas: La vida sabrosa

Uta, pues que digan misa por YouTube. Soy inmensamente feliz: cruzo fácilmente las calles, eso sí, por donde manda la cebra. Nada de corretizas por cortesía de los conductores atrabancados, egoístas, locos. Mío, mío el asiento vacío en el Metrobús: abren puertas y ¡zaz! sentadito a leer el periódico, puedo abrirlo, no jodo al vecino. Ambiente despejado. Todos hermosos (as). La de las tortas de chilaquiles me atiende casi ipsofacto. En la farmacia San Pablo ni ficha necesito. El bolero me mira con gratitud. El poli hace plática. Se ve más bonita la perriza en el parque. Me toca andar de callejero. Los extraño y no tanto. (Eduardo Cruz Vázquez).

 

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