Intentemos resolver algunos de los enigmas que desnuda la gráfica 15 de 15. Así es respetable pública y público: esta serie llega a su fin, en ella la Tercera Jornada Nacional de la Cuenta Satélite de la Cultura.
Eso mero: una iniciativa del GRECU con su Paso libre, que es posible gracias a la confianza y colaboración del INEGI, al igual que es acompañada por la UACM con el Foro de Economía y Cultura y en esta sentida ocasión, con la Secretaría de Cultura federal.
Nada como pasar, de las lecturas dispensadas a lo largo de 14 entregas que arrancaron el jueves 24 de noviembre, a la participación de quien bien guste en esta ocasión en nombre de su hogar.
La actitud será valorada como un enorme regalo de temporada a quienes hacemos posible un paquete tan maravilloso en esta versión. (A los picados les recordamos que lo entregado en 2021 se encuentra en los archivos de este sitio).
La gráfica 15 reparte los 709 mil 161 millones de pesos corrientes que los mexicanos gastaron en bienes y servicios culturales en 2021, resultado de la actualización de la Cuenta Satélite de la Cultura, emitida el pasado 18 de noviembre.
En bella paleta de colores, con esos íconos chulones, con seductores porcentajes y los sonantes billetazos, podemos elegir el estado de ánimo, que para eso sirve diciembre.
Alguien en el hogar puede llorar, el otro gritar vivas, un habitante más mandar al diablo esta lectura y así, al placer de los consumidores bajo el mismo techo, que por eso trata del gasto en los hogares en cultura.
Lo ponemos así: nosotros, quienes nos cobijamos en este departamento, coincidimos casi plenamente con la distribución de los dineros desembolsados. Dos de las áreas no nos conciernen: la producción cultural de los hogares y las artesanías. No pusimos un peso el año pasado en tan poderosas actividades económicas de la cultura.
En consecuencia, coincidimos con lo demás. Así nos las gastamos: un chorro en medios audiovisuales y una desenfadada dispersión en todo lo demás que ustedes pueden leer para no repetir en estos renglones.
Por ello sus hogares quedan invitados a hacer un autoexamen y decirnos cómo se fueron los pesos y los centavos el año pasado en sus consumos culturales. Si desean compartirlo, al final de esta entrega hay lugar para mandar los resultados.
Dos son las enseñanzas de la gráfica 15. Por un lado, una reflexión propia de cómo nos vemos ante el espejo estadístico, para lo que bien dispongan, y por otro, la utilidad que ofrece para orientar nuestros esfuerzos laborales. Sencillo ¿no?