La comunidad del sector cultural ha tenido episodios donde la grilla marcó historia. No podemos ir lejos, pero, ajustados al discurso del régimen obradorista, de los últimos años del siglo XX, fue crucial en la creación del Conaculta y el Fonca. En ese sexenio, con las excepciones de regla, el presidente Carlos Salinas movilizó numerosos intereses culturales. Entre ellos el celebrado Canal 22.
La crisis de 1992, por el Coloquio de Invierno, con el enojo de Octavio Paz más las andanadas entre las revistas Vuelta y Nexos, fue superada con la renuncia de Víctor Flores Olea y el arribo de Rafael Tovar al Conaculta. Aunque con momentos de tensión, la ratificación de Tovar en su cargo por el presidente Zedillo dio normalidad al desarrollo institucional como a las relaciones con el medio intelectual y artístico.
La alternancia con Vicente Fox obsequió un singular capítulo de una comunidad cultural no solo volcada en la grilla, también en la expectativa de un cambio drástico en el quehacer del Estado. A pesar de ciertos mecanismos que quisieron ser innovadores, como la consulta pública que, con apoyo de la revista Letras libres montó quien se encargaría del Conaculta, Sari Bermúdez, sabemos lo que ocurrió: el desencanto.
Ni la sucesión que llevó a Felipe Calderón al Ejecutivo, ni la que regresó al PRI a Los Pinos con Peña Nieto, levantaron la agitación esperada en nuestros mentideros culturales. La designación de Sergio Vela en el Conaculta, quien fue relevado por Consuelo Sáizar, como el retorno de Rafael Tovar al organismo, se asumieron con grillas insípidas.
Entre 1982 y 2018, el establishment cultural se alimentó de un grupo de personalidades que fueron y vinieron por diversidad de cargos públicos. Esto no solo ocurrió en los organismos federales, también en los gobiernos del Distrito Federal, de los estados, en no pocos municipios e incluso en universidades públicas.
Los mejores grados de desarrollo del conglomerado burocrático se dio al amparo del priismo, se consolidó con la etapa panista y surcó ciertas diferencias a partir de que la Ciudad de México quedó bajo el control del PRD (1997-2018).
Ante lo apenas descrito, una mayoría de la comunidad del sector cultural vivió la elección de AMLO como una de las expresiones más acabadas de la grilla, como apuesta al golpe de timón en los derroteros del desarrollo cultural. La respuesta fue la responsable de la secretaría, Alejandra Frausto y la subsecretaria, Marina Núñez, ambas insertas en el equipo de Rafael Tovar.
Lo que comenzó a mover el modus operandi fue el triunfo de Morena con Claudia Sheibaum en la capital. El nombramiento de Alfonso Suárez del Real, que bastante entusiasmo causó, se diluyó después. Pasó casi inadvertida Vanessa Bohórquez y va cerrando la operadora Claudia Curiel.
En la sucesión presidencial adelantada, la grilla cultural se agita. Iremos midiendo su calado. La nómina de prospectos del establishment morenista para el periodo 2024-2030, ofrece perfiles en los dos bandos en disputa: los de Sheinbaum y los de Ebrard.
De la camada no pocos buscarán ser titulares del despacho federal o de la CDMX, igual una diputación; otros se perfilan para repetir en sus cargos, reacomodarse, reinsertarse, contribuir o inventar alguna nueva figura programática para apuntalar a la cuatroté.
Por supuesto Alejandra Frausto y Marina Núñez. También Adolfo Cerqueda Rebollo, Eduardo Vázquez, Diego Prieto, Lucina Jiménez, Paco Ignacio Taibo II, Paloma Sáiz, Vianka Santana, Guadalupe Losada, Daniel Guzmán, Homero Fernández, Alfonso Suárez del Real, Claudia Curiel, Susana Harp, Marisol Gasé, Ana Francis Mor y Jesusa Rodríguez.
Más nombres en la perspectiva: Inti Muñoz, Ricardo Fuentes, José Luis Cruz, Héctor Vasconcelos, Juan Patricio Riveroll, Elena Cepeda, Nina Serratos, Sabina Berman, Enrique Márquez, Cristián Calónico, Guillermo Saldaña Puente, Erwin Neumaier, Jesús Ochoa, los Bichir y Lázaro Cárdenas.
¿Y fuera de la cuatroté? Por supuesto que hay gentes que tiene cualidades para ser tomados en cuenta según se pongan los escenarios electorales. Casos como el de Giovana Jaspersen, Carmen Beatriz López Portillo, Hilda Trujillo, Daniela Michel, Lidia Camacho, Paulina Aguado, Dolores Beistegui, Rosa Beltrán, Consuelo Sáizar, Alejandro Ordorica, Edgardo Bermejo, Jorge Volpi, José Antonio Mac Gregor, Carlos Villaseñor, Arturo Saucedo, Carlos A. Lara, Ricardo Marcos, Celso José Garza, Leobardo Sarabia y Antonio Crestani.
Ojalá tengamos una buena grilla.